Milda R. Stone

April 10, 1942 - September 29, 2020

(Traducción en español abajo) Milda Risso Stone, 78, of Laurel, Maryland, passed away on September 29, 2020, surrounded by her children. Milda was born on April 10, 1942 in Rosario, Uruguay to Francisca Paula Colombo Benites and Vicente Risso. From a young age, Milda diligently helped her entrepreneurial mother in her dressmaking business in Montevideo, Uruguay. She inherited her mother’s skill and creativity in sewing, design, and embroidery. After secondary school, she studied architecture at university, and worked as a tour guide. When she learned of a school of cartography in Panama, she leaped at the opportunity to attend. In 1965, at the age of 23, she immigrated to the United States to work at the Organization of American States (OAS) and settled in the Washington, DC area. There she met the love of her life, Ronald Joseph Stone. They were married at St. Ann’s Catholic Church in Arlington, Virginia in 1973 and had two children, Carl and Andrea Stone. They worked together at National Geographic until Ron opened a print shop in Arlington, and Milda began a career as a cartographer with the United States Department of Defense. Milda was an adventurer, and traveled extensively throughout the Americas, and visited Australia and Southeast Asia. When her cartography career offered her the opportunity to move her family overseas, she enthusiastically accepted positions in Panama and Ecuador. She often travelled for work throughout Latin America, even to El Salvador in the midst of that country’s civil war, where she bravely walked from the safety of her workplace to the nearest church to attend mass. Milda’s adventurous spirit lives on in her daughter, Andrea. The two loved to travel together, recently exploring destinations such as Guatemala, Vietnam, and Cambodia. Milda likely would say, however, that the adventure of those trips paled in comparison to the adventure she found in the “Becoming an Outdoors Woman” training she completed with Andrea in 2003. It is not every mother who would be up for a mother-daughter workshop on outdoor cooking, camping, archery, and fishing! She was very proud of herself for completing it, and talked about the experience even many years later. After 33 years with the DoD, Milda retired in 2012. Shortly after her retirement, she began her biggest adventure yet when she became a grandmother to Clare and Aiden. She was the world’s best grandmother, or “Adita,” as her grandchildren called her, and she never missed a birthday, half birthday, ballet recital, holiday event, or family dinner. In particular, Adita was an expert lullaby singer and story reader. Her grandchildren adored her. Milda was a faithful Catholic, and regularly attended St. Nicholas Catholic Church in Laurel, Maryland. She also participated in a monthly rosary group with her close friends. She had a love of learning and would attend religious classes and voraciously read books on religion and history. She is survived by her daughter, Andrea Stone of Laurel, Maryland; her son, Carl Stone, daughter-in-law, Ellen Connelly, and two grandchildren, Clare and Aiden Stone, of Arlington, Virginia; and her sister, Kiria Bethel Risso of Montevideo, Uruguay. Her husband, Ron, predeceased her in 2001. Her family is comforted that Milda is reunited with Ron and by the thought of them dancing together again, as they loved to do, even though both insisted that they had no sense of rhythm. A mass of Christian Burial was held on October 9, 2020 at St. Ann’s Catholic Church in Arlington, followed by interment at Mt. Olivet Cemetery in Washington, D.C. In lieu of flowers, contributions may be made in Milda’s name to So Others Might Eat at https://www.some.org. Due to the pandemic, Milda’s services are private, with family and friends participating through the church’s livestream services at this link: https://www.facebook.com/watch/live/?v=423838031936186&ref=watch_permalink. The family plans to hold a public celebration of Milda’s life for all of her friends and family when it is safe to do so. Milda Risso Stone, de 78 años, de Laurel, Maryland, falleció el 29 de septiembre de 2020 rodeada de sus hijos. Nació el 10 de abril de 1942 en Rosario, Uruguay, hija de Francisca Paula Colombo Benites y Vicente Risso. Desde muy joven, Milda ayudó diligentemente a su madre emprendedora en su negocio de confección en Montevideo, Uruguay. Heredó la habilidad y la creatividad de su madre en la costura, el diseño y el bordado. Después de la secundaria, estudió arquitectura en la universidad, y trabajó como guía turística. Cuando se enteró de una escuela de cartografía en Panamá, aprovechó la oportunidad para asistir. En 1965, a la edad de 23 años, emigró a Estados Unidos para trabajar en la Organización de Estados Americanos (OEA) y se estableció en el área de Washington, DC. Allí conoció al amor de su vida, Ronald Joseph Stone. Se casaron en la Iglesia católica St. Ann en Arlington, Virginia en 1973 y tuvieron dos hijos, Carl y Andrea Stone. Trabajaron juntos en National Geographic hasta que Ron abrió una imprenta en Arlington y Milda comenzó una carrera como cartógrafa en el Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Milda era una aventurera, viajó mucho por América y visitó Australia y el sudeste asiático. Cuando su carrera en cartografía le ofreció la oportunidad de trasladar a su familia al extranjero, aceptó con entusiasmo puestos en Panamá y Ecuador. A menudo viajaba por trabajo por toda América Latina, incluso a El Salvador en medio de la guerra civil de ese país, donde caminaba valientemente desde la seguridad de su lugar de trabajo hasta la Iglesia más cercana para asistir a misa. El espíritu aventurero de Milda vive en su hija Andrea. A las dos les encantaba viajar juntas, recientemente exploraron destinos como Guatemala, Vietnam y Camboya. Milda probablemente diría, sin embargo, que la aventura de esos viajes palideció en comparación con la aventura que encontró en el entrenamiento “Convertirse en una mujer al aire libre” que completó con Andrea en 2003. No todas las madres estarían dispuestas a tener un taller con su hija sobre cocina al aire libre, campamentos, tiro con arco y pesca. Estaba muy orgullosa de sí misma por completarlo y habló de la experiencia incluso muchos años después. Milda se jubiló en 2012, después de 33 años trabajando en el Departamento de Defensa, Poco después de su jubilación, comenzó su mayor aventura cuando se convirtió en abuela de Clare y Aiden. Era la mejor abuela del mundo, o "Adita", como la llamaban sus nietos, y nunca se perdía un cumpleaños, medio cumpleaños, un recital de ballet, un evento festivo o una cena familiar. En particular, Adita era una experta cantante de canciones de cuna y lectora de historias. Sus nietos la adoraban. Milda era una católica fiel y asistía regularmente a la Iglesia Católica St. Nicholas en Laurel, Maryland. También participó en un grupo de rosario mensual con sus amigos cercanos. Le encantaba aprender, asistía a clases de religión y leía con voracidad libros sobre religión e historia. Le sobreviven su hija, Andrea Stone de Laurel, Maryland; su hijo, Carl Stone, y su nuera, Ellen Connelly, y dos nietos, Clare y Aiden Stone, de Arlington, Virginia; y su hermana, Kiria Bethel Risso de Montevideo, Uruguay. Su esposo, Ron, falleció antes que ella en 2001. Su familia está reconfortada de que Milda se haya reunido con Ron y por la idea de que ellos bailen juntos nuevamente, como les encantaba hacerlo, aunque ambos insistieron en que no tenían sentido del ritmo. El 9 de octubre de 2020 se celebró una misa de entierro cristiano en la Iglesia católica de St. Ann en Arlington, seguida de un entierro en el monte Olivet Cemetery en Washington, D.C. En lugar de flores, se pueden hacer contribuciones en nombre de Milda a So Others Might Eat en https://www.some.org. Debido a la pandemia, los servicios de Milda son privados, con familiares y amigos que participan a través de los servicios de transmisión en vivo de la Iglesia en este enlace https://www.facebook.com/watch/live/?v=423838031936186&ref=watch_permalink. La familia planea realizar una celebración pública de la vida de Milda para todos sus amigos y familiares cuando sea seguro hacerlo.